1 Elección del tema
pinceles y pinturas al oleo |
¿Nuevo en ello? Prueba tu temple
sobre temas sencillos, como bodegones. Luego podrás enfrentarte a problemas más
complejos, como retratos o paisajes.
Una fotografía te permitirá trabajar sin limitaciones
de tiempo y, si no dibujas muy bien, puedes rastrear y calcar el modelo en el soporte.
2 Composición del cuadro
Encuentra un hilo común que vincule
los diferentes elementos (líneas, formas, colores y luz) de una escena en un
todo coherente. Tu intuición será tu mejor aliado!
Ángulos inusuales elevarán el interés del cuadro.
Observa el objeto con el enfoco de un detalle u observar toda la escena. Para
ello, utiliza una ventana de recorte en una cartulina o forma un marco con las
manos. Si estás trabajando desde una foto, recuádrala con tiras de papel.
Prueba tus ideas en papel: haz tantos estudios como
sean necesarios, variando con diferentes marcos, juego de luces y sombras.
3 Dibujo preliminar
primer boceto al lapiz |
Es más una 'Guía de encuadre' que un
dibujo sostificado. Esto no es un paso obligatorio, pero es muy útil para poner
los colores más tarde.
Empieza con dibujar el tema con carboncillo, sin
olvidar en rociar, después, un fijador para evitar que se ensucien los colores;
si lo haces con lápiz trata que sea ligeramente para que no se refleje en
pintura. Si lo haces con aceite o acrílico, emplea un color muy diluido y
neutro.
¿No está seguro muy seguro de tu dibujo con el lápiz? Traza
las principales características del modelo usando la técnica de rejilla o un
papel de calco si estás trabajando con una imagen.
Trabajad con grandes trazados, dibuja los esenciales rasgos del sujeto: no intentes
reproducir fielmente la escena con gran detalle, se sobrecargará la tabla
innecesariamente.
Observa el
sujeto con los ojos a medio cerrados,
entonces se distinguirán las salpicaduras de colores y masas difusas. Esto te
ayudará a evitar detalles innecesarios y simplificar las formas que lo
componen.
4. Preparando la primera capa
Para asegúrese de que la pintura se
adhiera bien y se seque sin agrietarse, tienes que pintar una primera capa muy
fina y con la pintura muy magra (diluida).
El siguiente paso es el de esperar a que se seque antes de continuar con
los siguientes pasos. Para comprobar si la parte inferior esté seca, pasar
ligeramente tu dedo índice en varios lugares: Si ningún rastro de pintura incluso
si la superficie da la impresión de ser pegajosa puedes empezar con la siguiente capa.
5 Instalación de los canales de color
Es capas de coloración. Comenzar con
las áreas de luz y sombra, llenar las zonas grandes de color y luego trabaja
con paciencia, con capas de color más en más intenso.
Debes cumplir con la regla de oro de la pintura al
óleo: "la grasa sobre magra" Cada capa de recubrimiento debe ser
ligeramente más 'gorda', por lo tanto más rico en aceite que la anterior. Diluir
bastante las primeras capas y de menos a
menos para las siguientes. Sin aplicar esto, en poco tiempo podrás ver con desilusión
como tu pintura se agrieta y todos tus esfuerzos por pintar se desvanecen…….
Segunda regla:
esperar hasta que se seque la capa de pintura antes de aplicar la
siguiente.
Hay otras técnicas, más rápidas, pero son para
pintores más experimentados, pero yo prefiero pintar como lo estoy exponiendo.
6 Finales de capas y retoque
Esta etapa es donde se realiza el verdadero trabajo del pintor. No
hay más trabajo "en la masa", pero empiezan los detalles, las luces….
Se llama "hacer cantar el lienzo! Es el acuerdo final de tonos.
Usa pintura sin diluir, tal como sale del tubo.
Toma a menudo una retrospectiva, del lienzo, para juzgar su trabajo. Se tú, tu primer espectador!
No vayas demasiado rápido! Afina tu trabajo poco a
poco, coloca las luces, las sombras, cuida todos los detalles de tu trabajo. En
este punto, cualquier modificación profunda del color implica un cambio en
todos los tonos del cuadro. Sepa parar y…, ahora…venga…a firmar!
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